Hay que saber combinar las palabras. En otras ocasiones la clave está en la velocidad con la que se dicen las frases o dónde se coloca el acento. Por ejemplo, pronuncia rápido las siguientes frases: “quiero ver gotas” y “Benito Camelo”. ¿Entendiste dónde está el albur?
Y sí, también hay nombres en albur, como Alma Madero. Y no solo de personas, sino de lugares como Lomas Ajeo.
El albur es la forma más clara de expresar la picardía mexicana. Cuando alguien te alburea no tienes que molestarte. Si no sabes cómo responder, ríete, es el mejor remedio y el objetivo final del albur.
Así que ya sabes… la próxima vez que escuches a alguien decir “mojar la brocha” sin ser pintor o que “te voy a checar el aceite” sin ser mecánico, siéntete en libertad de preguntar: “¿me estás albureando?”. (Pero no le pidas que te explique el chiste).
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